Mi estrella en el cielo . . . .

. . . . .   siempre estará. 

Porque las cosas mas mínimas enriquecen una relación, y nunca hay que dejar que nos arrebaten esas cosas que parecen no tener importancia pero que  resultan ser un pilar  muy  importante.

Ella triste esta porque probablemente nunca lo volverá a tratar, pero no existe la casualidad, sino que debemos creer en la causalidad, y este  hecho depende de cada uno de nuestras acciones. 

Así que debemos aprender a ver las cosas siempre desde la mejor posición, esa que nos permite ser Felices. 

Mi estrella en el cielo siempre estará y cada vez que mire al cielo allí estará aunque yo esta vez no la pueda tocar, pero de los que si estoy segura es que de su resplandor nunca voy a dejar de disfrutar.

Cuando una relación llega a su fin y esta se produce por una causalidad, siempre hay una parte que es la que se va a sentir mal, no tanto por haber tenido que tomar la difícil decisión, ni por miedo a la soledad, pues nunca solo se esta, es por miedo a no poder volver a sentir todo aquello a lo que te habías acostumbrado.

Es el miedo a salir de tu zona de confort. 

No hay que tener miedo a avanzar, ello es lo que nos hace vivir, sentir y disfrutar.